Reputación:
Uno tiene que pensar tanto en la reputación de la institución como en la de sus componentes. Por ejemplo, es importante que la institución sea transparente, que explique bien todas las condiciones del crédito.
La estabilidad del tipo de interés es un factor importante que la institución debe explicar. Si uno toma un préstamo con la expectativa de tener que pagar cierto interés todos los meses, no debe pedir dinero prestado con un tipo de interés variable (que sube o baja según el tipo de interés interbancario que establece la Reserva Federal).
La fiabilidad y familiaridad de la institución influencia las decisiones financieras del prestatario.
Es muy importante que el prestatario mantenga un buen historial de crédito—su propia reputación—para poder probar su propia fiabilidad cuando una institución financiera tenga que decidir si prestarle dinero o no.
Evaluarse a sí mismo
El crédito es una buena idea cuando uno gana financieramente y una mala idea cuando se vuelve una carga. Antes de entrar en deuda es importante evaluarse a sí mismo. ¿Está en su personalidad poder pagar una deuda? Si usted es fiable, el crédito puede ser buena opción. ¿Con lo que gana es posible pagar la deuda? Si usted tiene un ingreso estable o ahorros crecientes, es más probable que pueda pagar la deuda.