Si una persona utiliza adecuadamente una billetera electrónica para administrar sus finanzas, es posible que al finalizar un periodo de tiempo determinado (por ejemplo, mensualmente), cuente con dinero adicional disponible.
Cuando una persona maneja su dinero informalmente, lo hace en casa por sus propios métodos. Al no contar con el apoyo de un educador financiero profesional, ni con el acceso a una institución financiera, es fácil perder ese dinero, gastarlo de manera innecesaria o, en general, de una forma que no responda a sus metas u objetivos.
Mientras que, guardar el dinero formalmente en una institución financiera brinda oportunidades importantes para lograr la independencia financiera, ya que, una persona puede cambiar su estilo de vida y mejorar sus condiciones de vida tan solo con abrir y manejar adecuadamente una cuenta en una institución financiera.
El ahorro se mide de acuerdo a la cantidad de dinero que se aparta, no se gasta, ni se invierte en alguna compra por un cierto tiempo; no importa si es a largo o corto plazo, y para hacerlo se debe tomar en
cuenta algunos aspectos como:
- El valor del ahorro
- El tiempo o el plazo del ahorro
- El lugar donde se ahorra, el producto con el que se ahorra
- El acceso a otros productos y servicios financieros adicionales
El valor del ahorro:
El valor del ahorro generalmente se mide por el monto de dinero ahorrado. También puede tomar la forma de joyería o bienes raíces, por ejemplo. Estos diferentes tipos de valor son importantes, pero claramente distintos. El dinero en efectivo o depositado en una institución financiera tiene mucha más liquidez (disponibilidad y
capacidad de ser transferir ido a otra persona) que el dinero invertido en joyería o bienes raíces, el cual, puede resultar difícil vender o transferir para convertirse en moneda. Además, el valor que adquiere el dinero, una joya u otro bien, pueden variar de diferente forma a través del tiempo.
El tiempo o plazo del ahorro:
El tiempo durante el cual se ahorra puede ser desde días hasta años. Asimismo, existe el ahorro en plazos formales y definidos con fechas de vencimiento fijas y preestablecidas, o puede tomar la forma de una fecha establecida por el presupuesto elaborado en casa.
En muchas instituciones financieras, se pueden guardar ahorros por un tiempo fijo, y de esa forma la institución generalmente brinda mayores beneficios (por ejemplo, con un certificado de depósito a plazo
fijo los ahorros suelen generar una tasa de interés más alta que en una cuenta de ahorro común). Mientras que, a nivel informal, cada quien establece un plazo durante el cual no va a gastar todo su dinero para ahorrar.
Como ya se mencionó en el capítulo de presupuesto, hay una diferencia entre metas financieras de corto plazo y las metas de largo plazo, y del mismo modo que con las metas, las personas pueden ahorrar a corto o largo plazo.
El lugar donde se ahorra y el producto con el que se ahorra:
El lugar donde se ahorra es otro aspecto importante que tomar en cuenta, ya que una persona puede ahorrar en una alcancía en casa, puede guardar el dinero bajo el colchón, o puede ahorrar en una institución financiera como un banco o una cooperativa.
Existen muchas instituciones que captan los ahorros de la gente, y generalmente cada institución tiene una variedad de productos de ahorro que se adecuan a diferentes necesidades de ahorro.
La decisión de dónde ahorrar y con qué producto hacerlo no sólo afecta la seguridad, disponibilidad y beneficios del ahorro, sino que también influye en los hábitos de ahorro de las personas. Por ejemplo, el dinero ahorrado en casa tiene una cierta disponibilidad porque está muy al alcance, pero ese dinero no tiene seguridad y conlleva pocos beneficios adicionales. Sin embargo, cuando se ahorra en una institución financiera, el nivel de disponibilidad del dinero varía según el producto de ahorro, desde la más alta disponibilidad (como las cuentas monetarias o de ahorros) o hasta poca disponibilidad (como los plazos fijos y los ahorros programados).
El acceso a otros productos y servicios financieros adicionales
En su mayoría, los productos de ahorro traen consigo otros productos y/o servicios financieros con los que se puede administrar y monitorear el dinero (flujo de efectivo), tales como libretas, tarjetas de débito, chequeras, estados de cuenta, servicios en línea y aplicaciones móviles.
Además, cuando una persona se vuelve titular de una cuenta, la institución financiera le abre las puertas a muchos otros productos y servicios financieros que pueden contribuir a mejorar su futuro financiero, como lo son los préstamos y los seguros.